jueves, 17 de marzo de 2016

En Silencio 4


Hola a todas, este fic me lo han reclamado un montón, y eso que está recién partiendo! Debe ser por Embry, tan triste y melancólico, que dan ganas de abrazarlo.
Como saben, mi inspiración es cíclica: Llega haciéndome tremendamente fructífera y se va desapareciéndome del planeta por meses… Lo siento por eso, y les pido paciencia.
Esta mañana escuchando música al azar, di con LA CANCIÓN de este fic. Es una viejita de Maná, pero que cuando comenzó tuve que parar lo que estaba haciendo porque era como si escuchara a Embry recitando las letras. Denle una oportunidad y van a ver a qué me refiero.
(La canción es “Vivir Sin Aire”)
Abrazos y cuento con sus comentarios para mejorar.

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Este fic participa del Reto Anual "Te proponemos un longfic" del foro "Sol de Medianoche"
Disclaimer: Nada relacionado con la Saga Twilight me pertenece.
N° de Palabras: 2.774
Palabras Usadas: Jugar
Emoción Usada: -
Imagen Elegida: Manada Quileute.
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Capítulo 4
Como quisiera,
poder vivir sin aire.
Como quisiera,
poder vivir sin agua.
Me encantaría,
quererte un poco menos.
Como quisiera,
poder vivir sin ti.
Pero no puedo,
siento que muero,
me estoy ahogando sin tu amor.
Como quisiera,
poder vivir sin aire.
Como quisiera,
calmar mi aflicción.
Como quisiera,
poder vivir sin agua.
Me encantaría,
robar tu corazón.
Vivir Sin Aire / Maná

Bella POV
-Isabella Marie, vengo a darte la oportunidad de disculparte – Dijo Charlie apareciendo por el pasillo a eso de las cuatro y diez de la tarde. Yo estaba sentada en el camastro con la espalda apoyada en la pared y mi costado descansando en el brazo de Embry. Estábamos jugando “Batalla Naval” contra los granjeros de la celda del lado, que resultaron ser sorprendentemente buenos estrategas.

-C4? – Pregunté a Embry en voz baja, quien frunció el ceño por un momento estudiando nuestra servilleta/carta de navegación profundamente concentrado, y luego asintió. Me sorprendió que estuviera tan dispuesto a jugar.
-Ya está buenooooo – Canturreó Hugh - Se nos van a oxidar los barcos de tanto esperar, compañera Bella! – Agregó impaciente.
-Se te van a oxidar de todos modos en el fondo del mar! – Exclamé – C4! Kaboom! – Gesticulé con ambas manos simulando una gran explosión.
-Noooooooo! – Gritó Carl – Mi mejor bombardero nooooooo!
-Isabella te estoy hablando! – Exclamó Charlie frustrado al ver que yo no le presaba la menor atención.
Pero es que ahora que yo sabía que debía dejarme libre sí o sí, no tenía  ganas de hacerle la vida más sencilla.
-Estoy haciendo vida de prisionero – Le dije arremangándome la sudadera para descubrir “casualmente” los tatuajes que me había dibujado en los antebrazos, entre ellos un ahorcado con la lengua afuera que llevaba su nombre.
Charlie apretó los dientes, sacudió el bigote y miró hacia el cielo, donde inevitablemente debió ver las gruyas, pero no dijo nada.
-Bella, te estoy dando una oportunidad – Me dijo – Sólo porque eres mi hija, mira que de lo contrario te pasarías el fin de semana encerrada.
-Tiempo fuera! – Exclamé parando el juego y acercándome a la reja – No es así y lo sabes – Le respondí desafiante – Por ahora me tienes detenida, lo que está bien por unas horas, pero si me quieres dejar adentro obligatoriamente me vas a tener que levantar cargos por asalto y arrestarme. De verdad vas a arrestar a tu hija por hacer lo correcto? Vas a manchar mi expediente Charlie? Nadie me va a dar trabajo, los bancos no me van a querer prestar dinero y mis socios comerciales me van a mandar al demonio, no voy a tener dinero para subsistir y me vas a tener que mantener hasta que te jubiles, todo porque te mueres de rabia de que te haya botado de culo al barro!
-Isabella! – Exclamó.
-Ya papá, ya aprendí mi lección, ahora sácame y vamos a casa y les cocino algo rico mientras ven el juego… - Le dije más conciliadora – O te vas solo y pasas a comprar pizza donde los armenios, porque la pizzería de Mags está cerrada por duelo, recuerda que esta semana se murió su hermana.
-Puaj! La pizza de los armenios es de lo peor! – Opinó Carl.
-Horrible – Concordó Hugh – Es como un trozo de pan duro cubierto de basura caliente…
-Cuando dices “les cocino” te refieres a… - Dijo Charlie sabiendo que yo había ganado. No había defensa posible para la pizzería armenia. No sé exactamente qué comen en ese país, pero los dueños del restaurant tal vez deberían tratar de limitarse a cocinar la comida regional que conocen y probablemente les quedaría bastante mejor. De hecho, cocinan tan mal que seguro que esa pizzería es un negocio fachada para una operación de lavado de dinero o algo así.   
Le diría a Charlie que me “deputizara” otra vez para investigar ese caso: Los gangsters armenios de Forks.…
-Tú, Jake, Billy, Embry, Carl y Hugh – Le dije – No pretenderás dejar a los chicos aquí muertos de aburrimiento!
-Compañera Bella, eres la mejor! – Exclamó Carl.
-Son narcotraficantes! – Exclamó Charlie.
-Difícilmente – Rodé los ojos – Son granjeros orgánicos y no trafican, todo es para autoconsumo, no hay transacciones comerciales de por medio ni enriquecimiento ilícito. No le hacen daño a nadie Charlie, déjalos ir!
-No me digas cómo hacer mi trabajo – Me regañó.
-Entonces hazlo bien! – Dije sin poder contenerme – Ya aprendí mi lección – Reculé de inmediato -  Estoy segura de que ellos también, y Embry no tiene nada que aprender, él no hizo nada, estaba inconsciente... Vamos Charlie… Voy a preparar todas las cosas que más te gustan…
-Sí, eso, vamos Jefe – Dijo Hugh.
-Cuándo vuelve Mags? – Preguntó Charlie ignorando a Hugh.
-Creo que en un par de semanas a lo menos, dijo que después de la lectura del testamento irá a visitar a su otra hermana en Olimpia – Respondí.
-Está bien – Dijo Charlie negando con la cabeza como recriminándose su debilidad – Pero que conste que a estos dos los iba a soltar de todos modos – Gruñó apuntando a los granjeros.
-Somos libres? – Preguntó Carl.
-Somos libres! – Exclamó Hugh.
-Pero con la condición de que antes de irte limpies esta celda de toda la basura con la que la decoraste – Dijo por hacerse el duro y exigir algo.
-No hay problema – Respondí – En cuánto rato más nos vamos?
-Media hora, más o menos, voy a cerrar todos mis pendientes y partimos, no me quiero perder los comentarios previos al juego.
-Perfecto – Dije.
Charlie se giró y se fue y yo lo vi desaparecer y luego me volví hacia Embry, que me miraba con esa pequeña sonrisa soñadora, tan suya.
-Lo logamos! – Levanté mi mano para chocarla con la suya enorme en comparación.
-Lo lograste – Me corrigió – No sé cómo es que lo haces, pero lo lograste…
-Porque tengo la razón – Dije encogiendo mis hombros – Charlie no es tonto, es sólo testarudo… Si él pensara que estoy equivocada no habría ruegos o manipulaciones que valieran.
-De todos modos, eres increíble – Insistió calladamente, bajando la mirada.
-Agáchate – Le  dije mientras me acercaba al camastro.
Embry me miró extrañado pero obedeció.
Procedí entonces a subirme en sus hombros tal como hice antes, pero mucho más cuidadosa de no poner mi entrepierna cerca de su rostro.
-Estás firme? – Preguntó rodeando mis pantorrillas con sus manos para estabilizarme. El calor que irradiaba se sentía maravillosamente reconfortante.
-Lista – Le dije hundiendo mis manos en su cabello, sin jalar, sino simplemente para centrar mi equilibrio… Y porque no resistí la tentación de enredarlo entre mis dedos… Su cabello era levemente ondulado, muy distinto al de los demás chicos de La Manada, lo que agregaba más cuestionamientos a su historial genético.
Hicimos equilibrio y no nos demoramos nada en sacar las grullas del techo, y luego sin decir palabra me ayudó a bajar y a quitar las que colgaban de la pared.
Metimos toda la basura en el cooler, envié un mensaje a Jake y nos sentamos a esperar.
Yo esperaba que ahora que saldríamos libres Embry estaría contento, pero en lugar de eso se empezó a retraer más y más, y no me gustó.
-Hey! – Dije apretando su mano – Ánimo, ya somos libres!
Se encogió de hombros.
-Em, si no me dices que te pasa, cómo te puedo ayudar? – Susurré para que nos hermanos granjeros no nos escucharan.
Silencio.
-Em… - Insistí.
Silencio.
-Embry! – Exclamé, y lo pellizqué en el brazo inútilmente, porque no tenía grasa que agarrar.
-Qué? – Preguntó sin mirarme.
-Qué te pasa? Es que no quieres ir a mi casa?  - Pregunté.
-No realmente, no… - Admitió – El Jefe no sabe de tus planes y no creo que le guste mucho la idea…
-Charlie va a estar feliz de tenerme bajo su techo y con respecto a la cabaña, es mía para hacer lo que se me ocurra. Quédate unos días, sí? Si no te gusta no tienes que quedarte, pero dame una oportunidad…
Su mirada estaba angustiada y llena de conflictos, pero luego de una pausa que se me hizo eterna, asintió.
Y no volvió a decir palabra hasta mucho rato después.
oooOooo
Embry POV
Darle una oportunidad…
Mierda! Es que Bella no tenía una puta idea del control que había requerido para comportarme como un ser medianamente civilizado con ella alrededor, tocándome, cuidando de mí, y montándose sobre mis hombros, con la entrepierna a centímetros de mi cara para colgar sus jodidas grullas en el techo?
Era irresistible, el canto de una sirena, pero pude componerme y comportarme actuando como un idiota, lo que al menos es mejor que como un pervertido, pero de todas formas casi pierdo toda semblanza de control cuanto sentí el aroma y el calor de su sexo junto a mi boca.
Era peor de lo que podía haber imaginado.
Mil veces más poderoso.
Mil veces más embriagador.
Creí que los huesos de mis manos se pulverizarían por la fuerza que usé apretándolas, que mis muelas rechinarían audiblemente, o que mi cuerpo dejaría de obedecer a mi cerebro para doblegarse a instintos más primarios…
Años deseándola, años alejándola, y ahora estaba encerrado con ella en una celda, sin poder escapar de su influjo, accediendo a lo que se le ocurrió pedirme, aunque sabía perfectamente que era una muy mala idea.
Vivir a su lado.
Trabajar a su lado.
Algo tendría que ceder, una cosa era fingir calma y compostura un par de horas a la semana y otra muy distinta es hacerlo 16 horas al día.
Cada día.
Qué sucedería cuando el control fallara? Cuando por unos segundos se deslizara mi careta y ella comprendiera quién es para mí? Lo que significa en mi vida?
Me pedirá que me vaya, por supuesto…
Lo que me dejará una vez más sin trabajo o un lugar donde dormir.
Y si se enterara Jake perdería a mi mejor amigo y a mi más férreo defensor. Sin él, la vida en La Reserva será diez veces más dura.
Pero no le puedo decir que no a Bella…
Ella me llama y yo la sigo, suyo, incondicional, jugándomelo al todo o nada sin que ella ni se entere.
-Vamos? – Estira su pequeña mano hacia mí. Y no hay una decisión de por medio, no hay una evaluación de lo correcto o lo conveniente. Simplemente la tomo sin vacilar.
-…Y nos vamos a tener que apretar, pero como tú eres el más grandote te vas adelante con Charlie y yo me voy atrás con Hugh y Carl como los delincuentes  – Me dijo sonriendo, esperando una respuesta. Caí en cuenta que me había hablado por al menos un par de minutos sin que yo diera señales de vida inteligente, así es que me limité a decir
-Ajá.
Eso fue mi aporte a la conversación.
Que pedazo de idiota!
-Me das las llaves del auto mientras terminas de ordenar? – Dijo Bella a Charlie estirando su mano libre.
Él la miró extrañado y luego estudió a la extraña procesión que la seguía: Yo de su mano, Hugh y Carl detrás.
-Donde crees que vas? – Preguntó Charlie.
-Ya te dije que a casa! - Dijo Bella metiendo la mano en el bolsillo de la chaqueta de Charlie, que descansaba colgada en su silla.
-Deja niña! – Dijo Charlie dándole una palmada en la mano curiosa – Ya te dije que los bolsillos ajenos son privados, cualquier día te vas a encontrar con algo que no te guste y no te pienso ayudar.
-Llaves! – Insistió ella. Charlie se las descolgó del cinturón – Tengo que ir al supermercado, te importa si vamos en la patrulla y te pasamos a buscar de vuelta?
-Ir ustedes cuatro al supermercado en mi patrulla? – Preguntó Charlie – Tú conduciendo mi patrulla? Por ningún motivo, anda a pie, está a tres cuadras.
-Que poco colaborador – Dijo Bella haciéndole un desprecio que sacudió su coleta, pero de inmediato se giró para preguntarle – Algún encargo?
-“Toppling Goliath Mornin’ Delight” – Respondió Charlie – Y recuerda, en botellines, no en latas.
-Agh, no te puede volver a gustar la “Budweiser”? – Preguntó Bella fastidiada, pero no en serio, más bien jugando con una eterna discusión.
-La “Bud” es para quienes no han desarrollado su paladar y no conocen nada mejor – Respondió Charlie, fanfarrón.
-Me vas a hacer ir a la licorería? – Preguntó Bella.
-Sep – Respondió Charlie – Todas las cinco cuadras.
-Y regresar cargada y a pie? – Bella hizo un exagerado puchero y se puso la mano en la frente como una damisela a punto de desmayarse.
-Sí, y si no te apuras van a tener que caminar hasta la casa, me voy a las cinco en punto – Dijo Charlie con una pequeña sacudida de bigote, que escondía una sonrisa.
-Está bien – Dijo Bella suspirando dramáticamente y aún sin soltar mi mano – Podemos salir?
-Adelante – Dijo Charlie apuntando la puerta.
Nos apresuramos a salir del recinto antes de que se arrepintiera.
-Aire puro! – Aspiró Bella abriendo los brazos, como si llevara años presa – Huelen la libertad?
Carl y Hugh aspiraron y arriscaron la nariz.
-Huele a la pizza de los armenios! – Dijo Carl.
-Agh! Y parece que la basura de hoy está extra podrida – Dijo Hugh.
-Dividámonos las tareas – Dijo Bella – Hugh y Carl al supermercado, aquí está la lista de lo que hay que comprar y esta es mi tarjeta, la clave es 1134206.
-Le das tu clave a extraños? Estás loca? – Preguntó Carl diciendo exactamente lo que yo pensaba.
-No me vas a robar, y si me robas ya sé dónde vives y Charlie te va a meter preso para siempre – Dijo Bella encogiendo los hombros.
-Repíteme la clave, se me va a olvidar! – Dijo Hugh.
-1134206, es “go to hell” (*Vete al infierno”) deletreado en la calculadora, imposible de olvidar – Dijo ella – Nos vemos aquí en quince minutos!
Y Comenzamos a caminar por las calles desiertas, con Bella bien aferrada a mi brazo y yo sin ni respirar para que ella no se retirara.
-Estás tenso, todo tieso, estás incómodo? – Preguntó de pronto.
-No... – Respondí como un tarado. Por qué no podía decirle más de cuatro palabras seguidas? Por qué me sentía tan inadecuado? Por qué no podía tocarla y jugar con ella como todos los demás?
-Sé que no te gusta que te toque… – Dijo ella suavemente – Pero hace frío, y no pensé que te molestara… Sólo por esta vez.
-No es eso – Dije. No es eso, es que te amo como un desquiciado, es que tocarte un poco no es suficiente, es que te deseo como a nadie… Pero no, sólo pude decir “No es eso”.
Con razón piensan en La Reserva que soy un al menos parcialmente idiota.
-Qué es? – Preguntó ella  de frente a mí y mirándome a los ojos.
-No… No estoy acostumbrado – Balbuceé – Pero eso no significa que no me guste… - Dije con voz casi inaudible. Mierda!
-Está bien entonces si tomo tu mano? – Preguntó y yo asentí. Ella enlazó sus dedos con los míos.
-Y tu brazo? – Preguntó balanceándose levemente, como si la mera inmovilidad le hiciera perder el equilibrio.
Asentí.
-Si hago algo mal me lo vas a decir? Aunque sea difícil hablarme? – Preguntó.
Asentí nuevamente. Lo que ella quisiera, como ella quisiera.
Y caminamos en silencio hasta la licorería, donde Bella compró los botellines de cerveza de Charlie y un montón de cerveza ordinaria en lata para “el resto de los plebeyos con los paladares atrofiados”.
-Realmente me gustaría que Charlie dejara de ser tan snob con su cerveza, sabes que el pobre señor de la licorería la encarga sólo para él? – Preguntó Bella, asumo que retóricamente.
-Antes bebía cerveza normal – Dije recordando todas las veces que lo vi beber con Billy en La Reserva.
-Claro, eso antes de ir a la celebración del Oktoberfest del año pasado en Olimpia. Había una degustación de cervezas artesanales y él por supuesto que las probó todas, y decidió que de ahí en adelante no bebería otra cosa que esta jodida “Mornin’ Delight” – Dijo levantando el six pack que cargaba. Yo llevaba el resto – Creo que si pudiera hasta se lavaría los dientes con ella.
Sonreí y no supe qué responder, buscando desesperadamente una respuesta rápida y graciosa como las de Jacob, que siempre tiene un chiste o comentario irónico listo para ser lanzado. Hurgué en mi cerebro hasta que fue demasiado tarde, así es que seguimos en silencio hasta encontrar a los granjeros marihuaneros, que estaban apoyados en la pared del supermercado, rodeados de bolsas.
-Tienen todo? – Preguntó Bella. Ambos asintieron.
-Me vaciaron la cuenta corriente? – Preguntó. Ambos negaron con la cabeza – Bien, al Charliemovil! – Exclamó, y nos dirigimos a la estación de policía.
Charlie estaba listo, así es que metimos todas las compras en el maletero, yo me senté junto a Charlie (que no estaba muy contento con el arreglo) y Bella atrás, sentada entre Carl y Hugh.
Llegamos a la casa y todos ayudamos con las bolsas, y cuando todo estuvo en la cocina ella dio un suspiro satisfecho y me dijo frente a todos, fuerte y claro
-Bienvenido a casa!
-Gr… - Es todo lo que alcancé a decir antes de que Charlie rugiera
-QUÉ???

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He ahí, la prueba de que regresé.
Espero les haya gustado, un abrazo.
Ah! Y porfis comenten!











1 comentario:

  1. Super genial que por fin hayas actualizado este fic, estaba que no me la creia, pero ya que lo lei, :( se termino tan rapido. En verdad que escribes super bien, pero en serio en serio mas largo :´(
    Me encanta esta trama de bella y embry, no puedo esperar a que explote su bomba de amor y locura :) plis plis inspiracion no te vayas :)
    Sigue asi echandole ganas, que en verdad se te lee y se te aprecia tu increible habilidad para escribir y compartirnos un poco de ti.
    y Maná por favor sigue iluminando la mente de esta chica :)
    saludos.... nos leemos siempre!

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