lunes, 21 de marzo de 2016

Crushed Dreams 7

Otro capítulo, vamos súper rápido, pero es bueno porque así no perdemos el hilo.
Gracias a todas por su apoyo, se me hincha el corazón de alegría al saber que mis historias las ayudan a escapar por unos minutos de la realidad y los problemas, y a veces hasta les arranco una sonrisa.
OJO: No estoy segura de si la próxima semana (Santa) voy a poder escribir mucho porque estaré de viaje hasta el sábado, pero llevaré mi libreta fiel para anotar ideas.
Cariños.
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Capítulo 7
Sólo por ti vibré de emoción
Y te di mi alma entera
Lluvia de amor bañó mi temblor
Creí morir
Y hoy te siento aquí muy cerca de mí
Aunque solo duró un instante
Sueños de pasión tras de una ilusión
Que tan sólo duró un instante
Sólo un instante
Te entregue mi amor todo a tu control
Y te fuiste sin decir palabra
Oye mi temor busco la razón
Porque solo nos duró un instante
Y hoy te siento así muy cerca de mí
Aunque solo duro un instante
Sueños de pasión tras de una ilusión
Que tan solo nos duró un instante.
Sólo un Instante / Gémini

Jasper POV
Una vez que le aseguré a Isabella que de ninguna manera pretendía quitarle a nuestro hijo (de cuya existencia recién me venía enterando), ella recuperó un poco la compostura, declaró que necesitaba un té, y después de preparárselo se sentó en su sillón envolviéndose en el quilt hasta quedar sentada con las rodillas recogidas, casi en posición fetal y calentándose las manos con el tazón de líquido humeante que sostenía.
Se veía pequeña y frágil, y habría dado cualquier cosa por tomarla en mis brazos y asegurarle que todo estaría bien, pero simplemente no me fue posible, principalmente porque yo no sabía si todo estaría bien.
Y entonces comenzó ella lentamente a narrar una historia nacida en mi propio infierno personal:
*La abandonamos y ella se quedó sola y pensando que todo lo nuestro había sido un pasatiempo para mí.
*Se enteró por boca de un jodido lobo de que estaba embarazada sin ni siquiera haber terminado el colegio, y debió largarse para que sus propios amigos de La Reserva no la destruyeran por cargar mi hijo en su vientre.
Honestamente no sé cómo lo hice para mantener una relativa compostura, no estallar destrozándolo todo, y seguir escuchando sobre cómo:
*Sobrevivió apenas sin dinero ni amigos a quienes recurrir, trabajando como mesera literalmente hasta desvanecerse.
*Debía moverse como una fugitiva porque el bebé se desarrollaba demasiado rápido y no quería llamar la atención.
Maldita sea! Si yo hubiese sabido… Si ella hubiera estado a mi lado no le habría faltado nada, la habría tenido descansando, viendo tele y comiendo bombones… O lo que sea que quisiera.
Si yo hubiese sabido, ella no habría tenido otra preocupación que pensar en nombres de bebé.
Si yo hubiese sabido, durante su parto no habría estado a punto de morir desangrada ni mucho menos hubiera sido atendida por un matasanos de cuarta en una habitación de hotel. Yo me habría encargado de procurarle la mejor atención, a cualquier costo.
Pero en vez de eso qué es lo que yo estaba haciendo en ese momento?
Estaba emborrachándome de violencia, fama y sexo
Estaba regodeándome en mis fáciles victorias.
Estaba sumiéndome en el lado oscuro, personificando el ser más despreciable que pude encarnar, porque esa creatura de inframundo no tenía sentimientos humanos, ese monstruo no pensaba como un obseso en Isabella, ese ser simplemente se desataba como una fiera que rompe sus cadenas dejando sólo destrucción a su paso.
No lo podía creer… En toda mi vasta mente vampírica, con todas mis décadas de inmoralidad y depravación a cuestas, no cabía justificación para lo ocurrido, que no sólo nos afectó a nosotros, sino al reguero de cadáveres que dejé a mi paso.
Alguien nos hizo esto… Alguien…
Mientras mi Isabella trabajaba hasta el agotamiento para subsistir apenas, con mi hijo a cuestas, yo me había rendido en un submundo de degradación en el que el dinero se transaba en números tan altos que los billetes simplemente no se usaban.
Porque nadie querría acarrear sus ganancias en un saco de billetes como Rico McPato.
No, en el bajo mundo se transaba con vales vista, cheques, acciones y bonos a menos que se solicitara específicamente lo contrario.
El dinero para mí había perdido importancia más de un siglo atrás, simplemente se acumulaba y estaba ahí en caso de necesidad, pero ahora que por primera vez había puesto real  esfuerzo en ganármelo, yo era una persona ridícula, asquerosamente rica.
Quien fuera responsable de esto lo pagaría con su vida… Lentamente.
Mi mente dividió por completo su atención entre lo que me decía Isabella y las piezas del rompecabezas que de pronto caían en su sitio…
Si bien soy capaz de asumir mi responsabilidad por mis propias acciones y el primero en admitir que no soy el ejemplo a seguir de nadie, nada de esto hubiera sucedido si no nos hubieran engañado para separarnos.
Bella me amaba y me necesitaba.
Yo la adoraba y estaba volviéndome loco a fuerza de extrañarla.
Teníamos un hijo…
Nada debió ser capaz de separarnos.
Nada, salvo tal vez alguien capaz de decir las palabras exactas en el momento preciso.
Bella fue manipulada por Edward desde el principio.
Yo lo fui por el equipo formado por Edward y Alice.
Recordé esa puta fiesta de cumpleaños que improvisaron sacándosela del culo para imponérsela a  Bella en el último minuto.
Recordé a Alice forzándola a asistir a la fiesta sin oír las negativas de la propia cumpleañera, y a Edward virtualmente empujándola por la puerta para que entrara a la casa.
Recordé que ese día yo quería ir a cazar, de hecho hasta lo anuncié, y Alice me lo impidió asignándome tareas que sabía que me tomarían todo el día, asegurándose de que estaría sediento o al menos no del todo satisfecho.
Es más, Alice me dijo textualmente que mi control era cada vez mejor y mis ojos no estaban oscuros (lo que era cierto). Y agregó que todo estaría bien (sí, bien, pero para quién?).
Recordé que Esme, Emmett y Rosalie no hicieron nada más que estar en la casa durante todo ese día. De hecho es justamente por eso que usé el jeep sin problemas: Nadie lo necesitaba... En retrospectiva, vi que perfectamente alguno de ellos tres pudo hacer las diligencias mientras yo me alimentaba, pero Alice afirmó fehacientemente que todos los demás estaban demasiado ocupados.
Recordé que nadie creyó en mi palabra cuando ocurrió el incidente y yo dije que no era yo quien atacó a Bella.
Recordé que Edward, el único que necesariamente sabía la verdad, no dijo absolutamente nada para exculparme.
Recordé a Alice y Edward entrando al bosque después del incidente y regresando con instrucciones que toda la familia obedeció sin chistar.
Recuerdo haber manifestado claramente mi deseo de hablar con Isabella antes de hacer nada más, y a Alice emanando amargura, afirmando que Bella nos temía y no quería nada más con nosotros.
Insistí.
Esme me ordenó que no insistiera.
Insistí con más fuerza
Alice me enrostró que le había arruinado la vida a Isabella.
No me importó su opinión. Necesitaba escucharlo de Bella, e insistí otra vez.
Hasta que por fin Carlisle me dio la orden directa de evitar contacto. Él era el jefe del Clan y el único al que guardaba algo de respeto, por lo que estuve dispuesto a transar…
Sólo me lograron apaciguar diciendo que Bella tal vez necesitaba unos días para tranquilizarse, y eso sí lo comprendí. No me gustó pero lo entendí.
Recordé a Alice sembrando cizaña en Alaska. Pequeños comentarios diseñados para desestabilizarme. Para hacerme dudar. Para aumentar mi sensación de culpabilidad por una situación que yo racionalmente sabía que no era mi culpa.
Recordé las respuestas de Alice a mis preguntas, las cuales fueron cuidadosamente estructuradas para manipular la verdad.
Frases como: “No hay ningún escenario posible en el que Bella y esta familia vuelvan a cruzar sus caminos sin que eso lleve al desastre. Volver por ella nos destruiría a todos…” sonaba apocalíptico, como una profecía de acabo de mundo, pero era sencillamente la conclusión de lo inevitable… Por supuesto que el regreso de Bella a nuestras vidas destruiría a la familia, maldita enana del demonio, si inmediatamente yo estaría dejando a mi esposa por la novia de mi hermano! Eso tiene que afectar la integridad del núcleo familiar…
Y luego, cuando seguí negando mi responsabilidad en el ataque, ella finalmente perdió la paciencia: “Ya está bien no? Estoy dispuesta a apoyarte, pero hazte cargo de tus errores. Todo este embrollo es tu culpa, asúmelo y no nos hagas las cosas más difíciles!” Ella honestamente lo había creído. Cada palabra que salió de su boca era sincera… Pero lo que no especificó es que  mi error no había sido atacar a Bella, había sido enamorarme de ella.
Por eso nunca percibí su deshonestidad… Ella se cuidó muchísimo de no mentir.
No lo podía creer! Cuánto tiempo había sido manejado como un títere de Alice? Cuantas veces me dejé guiar por sus visiones en la toma de decisiones grandes y pequeñas? Cuantas veces lo hicimos todos en la familia…?
Y mientras, Isabella siguió con su relato, narrando cómo estuvo al borde de la muerte dando a luz a solas, cómo salió adelante gracias a su amiga bruja y como llegó a establecerse en Salem.
Me contó cómo trabajó y estudió a la vez para ofrecer un mejor futuro a nuestro hijo.
Tímidamente me dijo que había estudiado algo relacionado con finanzas, que no le interesaba en lo más mínimo, me consta, pero estudiar ya no era un asunto de vocación, desarrollo, o  enriquecimiento personal, sino de subsistencia.
Y terminó de hablar, y nos invadió el silencio.
La culpa me ahogaba y la rabia era tal que temí por cualquiera que osara acercarse a mí. Cualquiera excepto Isabella, claro está.
-Isabella – Dije por fin sonando lo más tranquilo posible – Aún tengo un montón de preguntas, pero la más importante es: Me vas a dejar conocer a mi hijo?
Silencio.
Miedo.
Angustia.
Dolor.
-No sé nada de ti – Dijo por fin con voz temblorosa – Me abandonaste antes, por qué creería que no lo vas a hacer de nuevo, esta vez dañando a Danny en el proceso? Si le provocas una sola lágrima a mi hijo, te entierro una estaca en el corazón Jasper, y lo digo en serio – Amenazó, todavía tapada por completo con el quilt.
-Porque Isabella, yo no te abandoné! – Exclamé, y al ver su mirada escéptica me lancé en la narración condensada de lo sucedido por mi parte, desde la mañana de su cumpleaños hasta llegar al día en que la fui a buscar al colegio.
-De verdad me fuiste a buscar? – Preguntó débilmente, interrumpiéndome por primera vez.
-En cuanto me hube divorciado, y a pesar de todo lo que me dijeron para alejarme de ti, necesitaba que fueras tú la que me lo dijera… Si te habías arrepentido de nuestros planes necesitaba mirarte a los ojos por última vez…
-Pero yo ya no estaba… - Adivinó ella.
-No, nadie sabía nada concreto salvo que te habías escapado de casa, pero esa chica odiosa, Jessica, me dijo que estaba bastante segura de que te fuiste con Edward, y no mentía.
-Probablemente porque era su hipótesis, pero no porque fuera cierto – Dijo Isabella.
-Entonces no volviste a ver a Edward? – Pregunté para estar seguro, aunque no lo había mencionado en su historia.
Ella negó con la cabeza, cubriéndose aún más con el quilt, y cerró los ojos. Pude ver lágrimas deslizándose por sus mejillas y antes de que fuera un pensamiento consciente me encontré a su lado, de rodillas, recogiéndolas con la yema de mis dedos.
-Jasper… – Susurró sin abrir los ojos.
-Nos jodieron Isabella – Le dije sin poder contener la rabia que me embargaba – Nos jodieron, pero ahora estoy aquí.
-Qué significa eso? – Preguntó abriendo los ojos cargados de lágrimas, infinitamente triste, pero expectante. Debía decir lo correcto, debía encontrar las palabras adecuadas, tenía sólo una oportunidad…
-Significa que te amo – Susurré - Significa que cada día de cada uno de estos cinco años que hemos estado separados te he amado hasta literalmente perder la razón – Ella me estudió como discerniendo si le decía la verdad o no - He hecho cosas horribles tratando de olvidarte Isabella, cosas de las que no estoy orgulloso y las que no puedo borrar aunque quisiera… De hecho ayer mismo hice cosas bastante malas – Confesé - Y yo sé que quizás no te interesa estar con alguien como lo que soy ahora… Pero tienes que saber que todavía te amo, y que por un milagro te volví a encontrar, y tenemos un hijo, y  te amo… - Dije tratando de abarcarlo todo en unas pocas frases. Ella cerró mi boca con la punta de sus dedos.
-Qué significa? – Preguntó otra vez.
-Significa que quiero empezar otra vez. No de cero, porque no podemos olvidar lo que hemos sufrido y además tenemos a Dan – Le dije con una sonrisa que se sintió foránea en mis labios – Bella dame la oportunidad de construir una familia… Démonos la oportunidad de retomar el control de nuestras vidas, déjame amarte… Por favor – Agregué patéticamente.
-Jasper… - Su mano abarcó mi mejilla y yo me incliné hacia ella. Isabella seguía llorando, pero no de  forma violenta, sino con lágrimas constantes deslizándose por su rostro – Si sólo fuéramos tú y yo tal vez accedería a reintentarlo… Quizás me dejaría llevar por mis emociones y mandaría a mi cerebro de paseo… Si fuéramos los dos... Pero no somos tú y yo, somos Danny y yo, y tú no formas parte de la ecuación…
-Porque no tuve la oportunidad! – Exclamé – Porque no sabía de ti y mucho menos de su existencia! Bella tú crees que yo no habría abrazado la milagrosa oportunidad de ser padre de un hijo tuyo? Crees que no habría estado a tu lado sosteniendo tu mano en cada uno de los controles de maternidad? Que no te habría comprado tus vitaminas y tus antojos y lo que se te diera la gana? Crees que no habría atesorado la posibilidad de oír a mi hijo mientras nadaba en tu vientre? Sentirlo moverse? – Me puse de pie y comencé a pasearme, perdiendo toda semblanza de control. Pero curiosamente ésta vez no era la rabia y violencia de siempre, era… Lo que desde el principio debí haberme permitido sentir: Tristeza.
-Jas… - Dijo ella al notar el cambio.
-Es mi hijo Isabella! – Dije con la voz temblorosa – Es mi hijo y no sé nada de él! Me habría encantado estar ahí cuando dio sus primeros pasos o perdió su primer diente, o el primer día de escuela, o enseñarle a lanzar una pelota o andar en bicicleta – Dije cayendo de rodillas junto a ella – Tú sufriste lo indecible, soy el primero en admitirlo, pero al menos lo tenías a él… Yo estaba sólo, y me perdí de todo… - Ahora estaba sollozando como no recuerdo haberlo hecho jamás.
-Jasper – Dijo atrayéndome a ella y abrazándome con todas sus fuerzas, sin dejar de llorar – Lo siento… Lo siento… - Dijo a mi oído.
-Qué puedes sentir tú, si no tuviste la culpa de nada? – Pregunté ahogado, con el rostro hundido en su cuello y mis brazos rodeándola firmemente.
-Siento… Siento que tienes razón – Balbuceó acariciando mi cabello, calmándome como nada más lo podría hacer – Danny hace que todo lo ocurrido haya valido la pena… No sabes la cantidad de veces que lo he visto hacer algo, o decir algo, y he pensado de inmediato en ti… En contártelo, en compartirlo…
No pude decir nada. Estaba en plena catarsis y lloraba sin parar, sacudiéndome espasmódicamente.
Era doloroso y curiosamente liberador.
Y por sobre todo, humillante.
Soy un hombre, un soldado y un empático. No debería perder el control de mis emociones de esta manera, jamás.
-Tal vez podríamos… De a poco – Dijo ella tentativamente.
-Sí? – Dije tratando de no esperanzarme demasiado pero fallando en el intento.
-Te sientes un poco mejor? – Preguntó secándose sus propias lágrimas. Yo restregué mi rostro con mis palmas y asentí. Ella estaba dispuesta a proponer algo… Cualquier cosa sería un regalo – No me has dicho exactamente a qué te dedicas estos días – Dijo.
-Soy un luchador – Dije profundamente avergonzado. Lo mismo que excitaba a todas esas mujeres del Circuito le repugnaría a Isabella. A ella no le gustaba la violencia – Peleo con otros ex soldados y matones varios por dinero, pero principalmente lo hago para golpear a otros impunemente y sacarme de adentro la frustración de perderte… - Expliqué.
Ella no dijo nada por largos segundos.
Finalmente tomó mi rostro con ambas manos y dijo modulando claramente
-Lo lamento.
-Qué… qué lamentas? – Pregunté sintiendo un peso caer sobre mis hombros… Pensando que ahora venía el “Lo lamento, pero no eres una influencia adecuada para mi hijo y te vas a tener que largar”, o algo así.
-Que te hayas hecho eso a ti mismo… Es el lugar oscuro del que escapaste y al que no querías regresar… - Dijo suavemente – De no haber tenido a Danny yo probablemente me habría terminado cortando las venas o tirando de un barranco, ciertamente me quería morir gran parte del tiempo, pero con él en el panorama las cosas cambiaron. Dan no fue tu reemplazo, pero si llenó mi vida con amor y esperanza, me dio fuerzas cuando pensé que no quedaba más que dar y me hizo dejar de pensar en mi miseria para concentrarme en su bienestar… Es difícil explicarlo, pero creo que es instintivo, parte de ser mamá…
-Eso quiere decir que me perdonas – Dije suavemente.
-No estoy segura de que haya algo que perdonar – Dijo frunciendo el ceño - Porque no hubo mala intención de parte de ninguno de los dos. Yo no me negué a recibirte y tú no me abandonaste… Cada uno siguió su camino… Y tú dices que aún me amas…
-Y tú? – Me atreví a preguntar.
-Nunca dejé de amarte – Respondió sonrojándose hasta la raíz del pelo, como si después de todo lo vivido, después de todo lo conversado aún hubiera espacio para la timidez.
-Isabella, dame una oportunidad – Rogué sin orgullo ni dignidad – Por favor, déjame ser parte de tu vida, por favor, déjame ser el papá de Dan…
-Danny no tiene papá, nació de un repollo – Dijo con una sonrisa pícara que me derritió.
-Y eso es otra cosa que me vas a tener que explicar – Dije falsamente amenazador – Entonces? – Pregunté suavemente.
-Dices que has sido un monstruo hasta ahora… Crees que seas capaz de volver a reinsertarte en la sociedad humana? Que puedes abandonar la violencia y vivir una aburrida vida urbana de clase trabajadora? – Preguntó.
-Ayer me tomé unos días libres, pero puedo llamar en este momento y mandarlos a la mierda para siempre. Puedo ser aburrido y urbano si quieres… Puedo ser lo que me pidas…! - Dije besando los dedos que acariciaban mi rostro.
-Está bien… Supongo que nos lo debemos, verdad…? Se lo debemos a Danny… - Dijo pensativa.
-Qué va a pasar? Bella me estás volviendo loco, dime, voy a ser en tu vida? – Pregunté.
-No lo sé aún, pero creo que te voy a invitar a algunas actividades con Dan para que te conozca de a poco. Si las cosas van bien le diremos que eres su padre, y de lo contrario vas a ser sólo un señor que conocía a su mamá y nada más. No quiero que sufra, Jasper, eso es lo más importante.
Asentí. Era más que razonable.
-Y… Nosotros? – Pregunté.
-Nosotros qué? – Preguntó levantando una ceja, coqueta.
-Qué? Donde nos deja eso? La penúltima vez que te vi nos íbamos a escapar juntos, la última me odiabas y hoy admites que aún me amas…
-Me vas a tener que invitar a una cita, y si Danny dice que está bien, podemos salir – Dijo ella encogiendo los hombros.
-Dan filtra tus admiradores? – Pregunté divertido.
-Sip – Asintió.
-Y a cuantos ha dado el visto bueno hasta ahora? – Pregunté entre celoso y preocupado.
-A ninguno, los odia a todos – Sonrió Isabella.
Genial, ahora resulta que tendría que conseguir la aprobación de mi hijo para salir con Bella y la de Bella para conocer a mi hijo…
Sonaba ridículo, y se sentía jodidamente bien.

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J



1 comentario:

  1. Bravo Bravo Bravo...!! Superrrrrr GENIAL
    LO AMOOOO :) donde esta mi jasper en este mundo?
    Me encanto de principio a fin, este y el anterior capitulo y el anterior y el anterior :)
    y todossss....
    Mil gracias :´) mil y mil..
    Y en verdad si levantas el animo, tus historias son un desestress despues de horas de trabajo :)
    Mis mejores deseos a tus vacaciones, y no olvides la libreta :)
    saludosss

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